Saturday, December 12, 2009

El Caballero de la Armadura Eterna



Al ponerle el anillo en su dedo, supo el riesgo que tomaba para salvar su pueblo y su reino; entre toda la algarabía, entre la multitud, vio al Caballero de la Armadura Eterna: aquel hombre que le había prometido salvarla de la agonía que estaba condenada a vivir con el hombre que estaba frente a ella; aquel que llevaba una maldición que solamente el conocía, puesto que no pudo contarle a ella toda la verdad; aquel que juró por su amor por ella, que enviaría a ese hombre al mismo infierno a comer las cenizas por toda la eternidad...tuvo que desviar su mirada, pues su prometido tomó su rostro entre sus manos, y la besó frente a la corte, lo que provocó que todos desbordaran alegría y felicidad, excepto el Caballero y la Reina misma; él porque estaba a punto de empuñar su espada contra él; ella, porque ese beso no significaba nada, puesto que los labios que anhelaba besar eran los del Caballero, para poder sumirse en algo más que solamente el placer de estar con él; para poder desbordarse de amor, y poder decirle todo lo que llevaba dentro. Lo que ella no sabía, era que él era aquel que le susurraba todas las noches, mientras ella dormía...desde ese día, se prometió a sí mismo, matar aquel hombre para poder liberarse de la maldición y para poder estar con la mujer que amaba...