Wednesday, June 2, 2010

En la ventana

No sabía que decir. Al escuchar esas palabras, no solo lo había entendido, sino que no quería entenderlo. Mi mente daba vueltas y vueltas como un perro que persigue su propia cola. Le pregunte como si no hubiese escuchado bien lo que me había dicho.

-¿Qué quieres decir con que no puede estar conmigo?

Sin dirigirme la mirada, más atento a la computadora que a nuestra inusual conversación, me contesto como si no importara mucho.

-Creo que ya lo sabes. No tengo que decírtelo dos veces, ¿o sí?

-Lo que no entiendo es que como diablos envía a alguien como tú a decirme algo así.

Rio de forma sádica y retorcida, lo que provoco que la piel se me pusiera como gallina. A pesar de tener los ojos bien abiertos, no pude distinguirlo bien; solamente note sus ropas negras y nada más. Me acerque a la ventana y pude vislumbrarlo en un grupo de muchachos que hablaban con voz estridente, a medida que el se reía por un chiste. No sentí emoción alguna. Estaba de alguna forma indiferente. O al menos, eso quería sentir. Entre lo más absurdo e insólito, me encontraba vagando nuevamente en aquel océano de incertidumbre que prometí que nunca mas volvería a nadar en sus aguas. Mentí….

La próxima vez que vuelva a soñar con aquel fulano, buscare mis lentes y me los pondré a ver como luce; porque dudo que fuera humano….