Querido Músico: Te escribo con la intención de que me gustaría tocar contigo las notas musicales de tu sufrimiento y lamento. Te he observado, y te has vuelto parte de mí; aunque seas tan sólo una sombra que deambula por los pasillos, me he acostumbrado a tu presencia, y me he dicho a mí misma que eres humano. He llegado a imaginar el día que crucemos frases y palabras; un susurro, un respiro, un beso y un alivio...eso espero de tí, mi amado Músico. ¡Cómo quisiera ser aquel piano que tocas con melancolía y pasión! Para sentir tus dedos recorrerme con deseo febril que vive en la melodía del sueño... Todavía recorres los pasillos, intentando perseguir lo que tal vez nunca has perdido...y yo espero a quien nunca exisitió...
Mírame a los ojos, corazón, para que te des cuenta de que nada sucedió; para que sepas que aunque sentimos algo, dentro de mí nada existió. No te pongas triste, amor, ya bien sabes que debo irme y no regresar más. A pesar de que estábamos juntos, estuvimos separados, y no quismos admitirlo; negamos la realidad construyendo una utopía fantástica, rechazando que el vacío iba creciendo sin parar. Siempre te quise, pero no tengo más elección, y te mentiría si te dijera que podemos resolver lo que no puede arreglarse. No me hiciste daño, no...porque no siento ningún dolor. Ahora, pretende que no existo, pretende que jamás me besaste, pretende que ya no me quieres...porque solo así podrás olvidarme...porque solo así pude olvidarte...
Vamos a volar por un rato querido; nuestras alas deben acostumbrarse al viento y nosotros al cielo. ¿Lo ves? Ahora dame un beso, rápido, pequeño, un beso con prontitud. ¡No! ¡Espera! Dame un beso lento, pausado, calmado; no te distraigas amor, que aunque volemos muy alto, podemos caer sin previo aviso. No digas nada, corazón, que las palabras vuelan con nosotros, pero si nos descuidamos, se van por su cuenta; quedáte en silencio por un rato, pues puedo sentir lo que vas a decir, y me complace saber que es algo que quiero. ¿Te das cuenta? Esttamos danzando sin movernos, y nuestros besos se reparten posándose en las nubes. Bajemos ahora, que la lluvia nos mojará las alas y no podremos volar más. Ahora sí; susúrrame al oído; dime lo que quiero saber. Y no te preocupes si nos escuchan....que Dios se encarga de guardar nuestro más hermoso secreto....
No sabía si correr o quedarme a ver lo que estaba frente a mí; estaba segura que era algo más. Y mientras más oscurecía, más curiosa y atemorizada me sentía. Era de un tamaño espectacular, quizás más alto que un hombre normal, su cuerpo estaba cubierto por un pelaje oscuro y lacio; su hocico era lo bastante terrible, que podría comer a una vaca entera si así quisiera. Sus ojos eran de un color plateado, y sus pupilas tan alargadas, que podría jurar que miraba a un gato. De pronto, se fijó en mi presencia y se dirigió lentamente hacia mí. Mi cuerpo estaba paralizado; mis sentidos fuera de orden; mi corazón latía más rápido y más fuerte; mi respiración se agitaba. Cuando estaba más cerca de mí, aulló tan fuerte que mis tímpanos estaban a punto de romperse. Intenté hablar, pero de alguna forma, mi voz había quedado atrapada en la garganta. Quedamos tan cerca, a sólo un palmo de distancia, que comenzó a olfatearme como si fuera una extraña para él, como si no me conociera; como si nuestros mundos fueran completamente distintos. Él estaba en un universo donde yo no podía alcanzarlo, pero aún así cruzaba aquella raya invisible que nos separaba. No estaba enojado, más bien, hacía un vago intento reconocerme. Con una mano, quitó mi vestido, y quedé desnuda. Temblaba, pero no de frío. Me tumbó al suelo, y continuó exáminandome. Cerré los ojos, y pretendí por un instante que su otro yo estaba conmigo; que su boca mordía con ansiedad el lóbulo de mi oreja provocando mis usuales gemidos. Al abrirlos, ví a la bestia frente a mí; con una mirada de tristeza, se echó a correr, perdiéndose en la oscuridad. Me puse el vestido y caminé de vuelta al pueblo; mientras sonreía al susurro que me dijo: "¿Te gustaría jugar conmigo en Luna llena?"
If I had to choose a way to die
It'd be with you
In a goosebump infested embrace
With my overanxious hands cupping your face

i was looking for something to write, something weird and paranoic maybe...but nothing came up to my head, but..when i saw this picture, when i read about Johnny and the things he does, i was pretty amazed for the meaning of that comic. i mean, who would kill someone and paint his wall with that person´s blood just to keep the wall wet, to prevent something comes out of that wall? only Johnny knows that. he clearly is tortured by his own thoughts and by other things out of his mind and soul, and the two little creepy guys who tell him that he has to kill people and that he has to do it for different pusposes..and whatever are those purposes, won´t be good at all, i know they won´t be in the end...but he´s funny, strangely funny and very sarcastic and dark, but although all that..he´s funny and when i read all his occurences, i think that Johnny is not that crazy at all...he´s just alone..
Al llegar a casa, puse todo en su sitio, tal como estaba. Aunque...encontré aquella camisa que aún guarda tu esencia, tu perfume, de la vez que nos encontramos en aquel piso. Un café, un cigarrillo encendido, esperando ser fumado, y el silencio de los acordes que una vez fueron míos, y ahora son tuyos. Te pienso, te tengo, y al mismo tiempo, te extraño y no te tengo; vuelo sobre el espacio y la distancia y se rompe cualquier obstáculo para separarme de ti. Tu olor me lleva exactamente hacia donde estas...y nada más importa....y así me sentía al llegar a casa: extraña, confusa, abrumada...y todo porque te estoy queriendo más de lo normal...asusta la manera en que me demuestras lo mismo, y luego dejas huellas en mi piel para seguirlas y encontrarte en mi lecho para consumar lo que empezamos...café en mano, cigarrillo entre mis dedos, te vuelvo a pensar, tus besos reposan en mis labios, y las marcas de tus dedos grabadas en mi espalda...y observo la camisa que tiene tu esencia, tu perfume...y con una sonrisa vuelvo a tocar los acordes que ya no son míos, pero de alguna forma me pertenecen al recordar cuánto te quiero...